El chalet Montecristo y la leyenda del Ermitaño

Detrás de un gran hombre de barba, siempre está una mujer  hermosa de ojos verdes y melancólicos. Doña Veity Chaves Gonzalez nos recuerda las hazañas del gran Julio Ocampo, su finado esposo, dueño del lugar y el cuál llenó este lugar de historia y fascinación. Su arquitectura tipo chalet, su ubicación privilegiada y la amabilidad de sus dueños, convirtió este lugar en el predilecto para citas románticas y reuniones de filantropía. En donde los que quieren cambiar el mundo, acompañan sus intenciones con un trago y buena compañía. La familia comenzó a colocar una vela en un candelabro, que asemeja una escultura de hielo, pero al final, son recuerdos e historias de todos los que alguna vez, “subieron a tomarse algo” al Chalet del Ermitaño.

 

Dirección: Calle los Ángeles, carretera al Monte de la Cruz

¿Cómo llegar?: puedes llegar en vehículo o en bus. El servicio de buses es regular y llega al  lugar cada dos horas.

¿Qué hacer?: Tomar una copa, una cerveza, disfrutar de la buena comida. Admirar la motocicleta que perteneció al guardaespaldas de Pepe Figueres. Conversar a la luz de las velas y filosofar sobre la vida, el amor y otros negocios. 

A considerar: lleva un abrigo o sweater para la noche, la temperatura baja bastante. Además debes tomar en cuenta el horario especial por restricción vehicular sanitaria y recuerda que el abuso de licor es nocivo para la salud.